Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecer nuestros servicios y recoger datos estadísticos. Continuar navegando implica su aceptación. Más información

Aceptar

Enfermedad de ELA: qué es y causas.

10-08-2022
Enfermedad de ELA: qué es y causas.

La ELA, o esclerosis lateral amiotrófica, es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta las células nerviosas del cerebro y también de la médula espinal. Concretamente, afecta unas células nerviosas llamadas neuronas motoras que controlan movimientos voluntarios de los músculos, como por ejemplo andar o hablar.

La enfermedad se suele manifestar inicialmente con pérdida de fuerza en las manos (dificultad para coger objetos o abrocharse los botones), debilidad en las extremidades inferiores, que puede dificultar andar o superar obstáculos, o debilidad en los músculos de la lengua y la faringe dando lugar a problemas para articular sonidos y mantener el timbre normal de la voz, imposibilitando de forma progresiva el habla. Estos síntomas aparecen sin ningún tipo de dolor asociado.

Se trata de una enfermedad muy heterogénea con una edad de aparición de los primeros síntomas muy variable: desde la niñez hasta pasados los 90 años. Los hombres se encuentran afectados de ELA de manera más común que las mujeres, con una edad mediana de debut de 55 años. Las mujeres suelen tener los primeros síntomas pasados los 60 años.

Actualmente, existen más de 3.000 afectados de ELA en el estado español, con 900 nuevos casos diagnosticados cada año. La Sociedad Española de Neurología (SEN) aprecio que 1 de cada 400 personas desarrollará ELA.



¿La ELA es hereditaria? ¿Qué causa la enfermedad?

En la mayoría de los casos, la causa de la enfermedad es desconocida. Los expertos apuntan que la enfermedad tiene un origen multifactorial y que tanto la genética y la herencia familiar, como el ambiente, juegan un papel clave en el inicio de la degeneración de las neuronas motoras y del desarrollo del ELA.

Sin embargo, la causa de la enfermedad sí que se conoce en un 10-15% de los casos. Se trata de los casos de ELA familiar (ELAf) donde el origen de la enfermedad es hereditario a causa de una mutación genética en el ADN del paciente. Los casos de ELAf se caracterizan para tener antecedentes familiares de ELA (2 o más parientes afectados) con edades de aparición de la enfermedad anterior a los 60 años.


El 90% de casos restantes son debidos a ELA esporádica o simple, para ser el paciente el primer miembro de su familia al presentar la enfermedad. Sin embargo, parte de estos casos pueden ser también genéticos y hereditarios, puesto que las mutaciones en el ADN pueden aparecer por primera vez en el paciente afectado (mutaciones de nuevo o de novo) sin que ninguno de sus progenitores sea portador de la mutación.


Hoy en día se conocen más de unos veinte genes responsables de ELA, aunque 4 de ellos son los que explican la mayoría de casos y son los más ampliamente estudiados: C9orf72, SOD1, HUSO y TARDBP.


Los genes del genoma humano están presentes en parejas: una copia heredada por parte de madre y una copia heredada por parte de padre. Para la mayoría de los genes de ELA, solo se necesita una copia mutada para provocar la enfermedad. Este tipo de herencia se denomina "dominante". Para otros genes, ambas copias del gen tienen que presentar mutaciones para desarrollar la enfermedad. Estos genes se denominan "recesivos".


¿En qué consiste la prueba genética de ELA?

Antes de realizar ninguna prueba genética, es importante que primeramente el paciente o la familia se reúnan con un genetista o asesor genético para evaluar el caso. Estas visitas entre familiares y profesionales son la mejor herramienta para distinguir entre la ELA familiar de la esporádica. Para hacerlo, el profesional sanitario pregunta sobre la historia familiar, la existencia, otros casos de ELA o enfermedades relacionadas (demencia frontotemporal, parkinsonismo, etc.) a la familia, la edad de los familiares (disponer de información de parientes de edades avanzadas son útiles, puesto que permite tener información de un largo historial sobre su salud), o la edad de defunción de los familiares (para comprobar si la enfermedad habría tenido tiempo a debutar), entre otros.

A día de hoy, se recomienda ofrecer el estudio genético del gen C9orf72 a todos los pacientes de ELA, tanto si se trata de un caso familiar o esporádico. Este gen explica el 40% de los casos familiares, pero también el 7% de los casos simples o esporádicos. Así pues, y aunque no haya antecedentes familiares, el estudio puede determinar la existencia de una mutación genética como causa de la enfermedad. Este hecho permite conocer el riesgo que pueden tener otros miembros de la familia de haber heredado la causa genética y, por lo tanto, desarrollar la enfermedad. Esto es importante sobre todo en los casos esporádicos, puesto que, al no existir antecedentes familiares, pueden pasar desapercibidos como casos genéticos.

En caso de resultado negativo, y en aquellos casos familiares con edad de aparición de los primeros síntomas antes de los 50 años, se recomienda ampliar el estudio genético al resto de genes conocidos como responsables de ELA.

Para llevar a cabo la prueba genética, hay que obtener una muestra de ADN del paciente, a partir de una extracción de sangre o saliva.

Los resultados del estudio genético, y en conjunto con el historial familiar, permiten clasificar la enfermedad de la siguiente manera:


El estudio genético de la enfermedad de ELA permite:

· Identificar la causa.
· Evitar la transmisión a las nuevas generaciones de la familia.
· En caso de no identificar la causa, realizar un seguimiento de las últimas actualizaciones del conocimiento de nuevos genes que pueden apuntar la causa en un futuro próximo.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

La ELA es una enfermedad compleja que resulta de una interacción entre factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Entre los diferentes factores de riesgo asociados destacan:

  • Factor hereditario: En los casos de ELA familiar (10% del total de casos), la probabilidad de heredar la causa genética suele ser del 50%.
  • Edad: El riesgo de desarrollar ELA aumenta con la edad, siente más común entre los 40 y 60 años.
  • Sexo: La enfermedad es más común en hombres que en mujeres. A partir de los 70 años, la diferencia entre sexos desaparece.
  • Fondo genético: Algunos estudios apuntan que existen factores genéticos que pueden predisponer o hacer más susceptible en un individuo a desarrollar ELA. De hecho, se calcula que factores genéticos representan casi el 40% de la variación en el riesgo de desarrollar ELA en personas sin causa genética aparente en los genes conocidos.
  • Tabaquismo: Fumar es un factor de riesgo ambiental que podría aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad, sobre todo en mujeres y después de la menopausia.

Los recursos por la investigación impulsan el conocimiento del ELA

La ELA es una enfermedad de las denominadas minoritarias y apenas durante las últimas décadas se ha impulsado la investigación, descubriendo nuevos genes implicados en la enfermedad. El conocimiento genético del cuerpo humano es cada vez mayor, y a pesar de que todavía hay mucho camino para recorrer, avanza muy rápidamente y supone una puerta a la esperanza por los pacientes diagnosticados y el futuro de la esclerosis lateral amiotrófica.

Por otro lado, gracias a iniciativas como el conocido "Ice bucket challenge" en las redes sociales, o la difusión del conocido exfutbolista y entrenador Juan Carlos Unzué, paciente diagnosticado de esta enfermedad, están ayudando muchísimo a visibilizar la ELA y a dar un impulso en la investigación. Si se identifica el gen que causa la enfermedad (sea un caso familiar o uno simple) se puede evitar que otros familiares tengan descendencia afectada. Por lo tanto, el conocimiento de nuevos genes que año a año la investigación aporta, permite disponer de la información necesaria para evitar transmitir la enfermedad a las siguientes generaciones, tener un conocimiento más amplio de su desarrollo, y poder señalar dianas terapéuticas para su cura.

Por este motivo, desde ADN Institut queremos animar a todo el mundo a participar en iniciativas para recaudar fondos por la investigación de la enfermedad de ELA como el partido benéfico que enfrentará el FC. Barcelona vs el Manchester City en el Spotify Camp Nou el próximo día 24 de agosto. Acción impulsada por Juan Carlos Unzué y que puede suponer un nuevo impulso en la investigación.

Puedes comprar las entradas del partido, o si lo prefieres hacer tu donativo aquí.



¿Existen terapias para curar la ELA?

Hoy en día la ELA todavía no tiene cura, pero son múltiples los ensayos preclínicos y clínicos que se están llevando a cabo para paliar los efectos de esta enfermedad. Estos fármacos van dirigidos o bien a desactivar la respuesta inflamatoria que se produce a causa de la enfermedad para evitar la degeneración y muerte de las neuronas motoras, o bien a reemplazar aquel gen que no funciona correctamente en el paciente. Esta última terapia, llamada terapia génica, utiliza el ADN como tratamiento y es una terapia personalizada dirigida directamente a compensar la mutación genética responsable de la enfermedad. Son ejemplos la terapia APB-102 dirigida a pacientes con mutaciones al gen SOD1, el fármaco ION363 destinado a aquellos pacientes con variantes genéticas al gen FUS o WVE-004 por los casos causados por el gen C9orf72. Para acceder a estas terapias una vez aprobadas, será indispensable conocer el gen responsable de ELA en cada caso individualmente.

 

¿Quieres saber más sobre el test genético de ELA?

Si tienes dudas o necesitas más información puedes ponerte en contacto aquí.

Pide cita con tu Dr. en Genética.