Esclerosis múltiple
Descripción
La esclerosis múltiple es una enfermedad del sistema nervioso central que afecta al cerebro y la médula espinal y que puede causar una gran variedad de síntomas, incluyendo problemas de visión, dificultad en el movimiento de extremidades o problemas en el equilibrio.
Se trata de una enfermedad autoinmune, es decir, el sistema inmunitario ataca, de manera equivocada, los tejidos del mismo organismo. Concretamente, en el caso de la esclerosis múltiple, el sistema inmunitario ataca unas capas llamadas vainas de mielina encargadas de envolver, aislar y proteger los nervios de las células del sistema nervioso. Este ataque acaba provocando daños y cicatrices en las vainas y, con el paso del tiempo, esto puede afectar los nervios subyacentes, retardando o interrumpiendo las señales que se conducen.
Diagnóstico de la esclerosis múltiple
La mayoría de los pacientes se diagnostican en la edad adulta, entre los 20 y los 40 años. La enfermedad es más común en las mujeres, siente de dos a tres veces más frecuente que en los hombres.
En cada paciente, la enfermedad puede manifestarse inicialmente de una de las siguientes maneras:
- Esclerosis múltiple remitente recurrente: se experimentan brotes con síntomas nuevos o ya conocidos que duran unos días o semanas y que después remiten totalmente o dejando alguna secuela. La aparición de los brotes es imprevisible, pero a veces se asocian a periodos de enfermedad o estrés. Afecta el 85-90% de los pacientes.
- Esclerosis múltiple primaria progresiva: se caracteriza por la ausencia de brotes, con un inicio lento pero una degeneración constante y un empeoramiento de los síntomas con el paso del tiempo, sin remisión, pero con fases de estabilidad. Afecta el 10-15% de los pacientes.
A pesar de que la esclerosis múltiple es una enfermedad sin cura en la actualidad, en muchos casos es posible tratar los síntomas. El tratamiento dependerá del tipo de síntomas presentes en cada paciente.
¿Qué incluye el test?
Para un diagnóstico y tratamiento eficaz de la esclerosis múltiple, es necesario conocer caso a caso y abordar cada paciente de manera individualizada para así ofrecer estrategias terapéuticas personalizadas.
Para obtener el diagnóstico es clave recibir una valoración completa por parte de un especialista con amplia experiencia.
- Visita y seguimiento con el Dr. Javier César Herranz: La primera visita incluye una anamnesis completa, exploración física, revisión de las pruebas y de las analíticas aportadas por el paciente, valoración del caso y establecimiento de las sospechas diagnósticas. En esta visita se prescriben, si es necesario, pruebas adicionales y se establecen nuevas pautas y tratamientos. En la posterior visita de seguimiento se revisan los resultados de las nuevas pruebas y la eficacia de las pautas para así establecer el diagnóstico definitivo.
Visitas de una duración aproximada de 1 hora
Es posible que, antes del diagnóstico final, se soliciten pruebas analíticas para descartar otras condiciones que puedan tener síntomas similares a la esclerosis múltiple, como por ejemplo enfermedad de Lyme, sífilis, VIH, déficit de vitamina B12, sarcoidosis o vasculitis.
Si hay que iniciar un tratamiento con fármacos para paliar los síntomas de la enfermedad, y dependiendo del fármaco, es posible que se realice previamente un test farmacogenético para evaluar cómo responderá el paciente.
¿A quién va dirigido?
A todas aquellas personas con sintomatología compatible con esclerosis múltiple, pero, que todavía no tienen un diagnóstico definitivo. También a pacientes ya diagnosticados que desean un acompañamiento de su caso para poder gestionar de mejor manera su enfermedad y así conseguir paliar los síntomas y mejorar en calidad de vida.
Entre los síntomas más comunes de la esclerosis múltiple, destacan:
- Debilidad en una o más extremidades
- Sensaciones de descarga eléctrica que se producen con determinados movimientos del cuello
- Temblor, falta de coordinación o marcha inestable
- Pérdida parcial o completa de la visión, a menudo con dolor durante el movimiento ocular
- Visión doble o borrosa prolongada
- Fatiga
- Mareo
- Cosquilleo o dolor en partes del cuerpo
- Problemas en la función sexual, intestinal y de la vejiga