¿Sabías que nuestro ADN hace que cada uno de nosotros respondamos de forma diferente a la ingesta de los mismos alimentos y es determinante en la aparición de enfermedades o trastornos nutricionales? En este artículo te explicamos porqué, y cómo es de necesaria la nutrigenética para nuestra salud.
El ADN está formado por más de 3.000 millones de letras (A, T, C y G) organizadas para crear unas instrucciones que son indispensables para que cualquier organismo se forme, crezca, se reproduzca y funcione. Cada uno de nosotros lleva una combinación de letras distinta, y donde una persona presenta una “A”, otra presenta una “G”. Estas variantes en el ADN se conocen con el nombre de polimorfimos o SNPs (del inglés, single nucleotide polymorphism) y explican las características y diferencias que presentamos cada uno de nosotros a nivel físico, pero también definen nuestra personalidad, la predisposición que presentamos a sufrir enfermedades o infecciones, o la respuesta que tenemos ante los medicamentos o los alimentos que ingerimos a través de la dieta. Precisamente, la interacción entre la genética y la nutrición ha sido razón de estudio de muchos ensayos científicos durante los últimos años. Los mismos han permitido comprobar cómo las variantes genéticas influyen en la manera de metabolizar los alimentos, provocando en algunos casos la aparición de intolerancias alimentarias o modulando el riesgo o progresión de diversas enfermedades.
Así pues, la nutrigenética estudia el ADN de las personas para conocer cómo su organismo responde a la ingesta de diferentes alimentos, y también analiza variantes genéticas asociadas a enfermedades o a trastornos relacionados con la nutrición, como son la obesidad o la diabetes. Entre las variantes genéticas más relevantes y para las que se conoce perfectamente su interacción con los alimentos podemos destacar un par de ejemplos:
- La variante C/T-13910 en el gen MCM6: esta variante provoca un déficit de lactasa (la enzima encargada de digerir la lactosa en el intestino delgado) después del periodo de lactancia. Aquellas personas que presenten esta variante empiezan a perder actividad de la enzima a partir de los dos años y pueden presentar intolerancia a la lactosa en la edad adulta, padeciendo náuseas, diarrea, hinchazón, flatulencias o calambres estomacales después de la ingesta de productos lácteos. En estos casos, se recomendará la retirada de la leche y de derivados lácteos.
- La variante rs1801133 situada en el gen MTHFR: este gen codifica para una enzima implicada en el metabolismo del ácido fólico y la presencia de esta variante en el ADN produce un incremento de homocisteína en sangre, que se asocia a su vez a un incremento del riesgo de sufrir cardiopatía isquémica. Así, todas aquellas personas portadoras de la variante deberán establecer unos requerimientos nutricionales específicos.
Los test nutrigenéticos permiten conocer el perfil genético de una persona para poder así diseñar una dieta personalizada. Las intervenciones dietéticas son, a menudo, de gran utilidad para mejorar la calidad de vida de las personas, pero también para prevenir u optimizar el pronóstico de enfermedades crónicas.
ADN Institut ha firmado recientemente un acuerdo con ADN Nutritest para comercializar el test nutrigenético más avanzado del mercado, el cual permite medir la respuesta del organismo ante los alimentos para corregir una dieta incorrecta y mejorar los hábitos alimenticios para conseguir así un estilo de vida más saludable. Este test nutrigenético se realiza a partir de una simple muestra de saliva e incluye el análisis de 50 genes diferentes. Para comprender los resultados de cualquier test nutrigenético, es imprescindible la intervención de un especialista en nutrición. Por esta razón, ADN Nutritest incluye una visita de 30 minutos con una dietista que te ayudará a interpretar el informe y te ofrecerá pautas nutricionales e indicaciones y recomendaciones personalizadas.